Devocional 31|12|20 por Adriana y Mario Urquiza
Glorifiquemos a Dios con nuestro andar
Salmos 30:1
Un año que termina, muchas conclusiones que sacar. Y es que cada vez que un año va terminando siempre reflexionamos sobre ¿Qué fue lo que hicimos en este?, ¿Cómo nos fue?, ¿Qué cosas vamos a mejorar?, ¿Qué cosas evitaré? etc.
Este año fue un año difícil para todos y es que las experiencias que este año obtuvimos son únicas y se quedarán en este año, algunas las recordaremos con mucho orgullo y otras las recordaremos con mucha pena, porque se nos han ido familiares, amigos o seres queridos por esta pandemia mas allá que hayan partido con el Señor.
Cada uno de nosotros tenemos libre albedrío, tú puedes elegir si tratar de hacer la voluntad de Dios, o simplemente vivir tu vida como venga, sin preocuparte de tu creador, pero eso sí, las consecuencias de la vida serán según como la vivas, siempre llegarán.
En esta etapa de fin de año siempre es bueno examinar cómo lo vivimos, te aseguro que hay situaciones que hubiésemos querido evitar y otras que hubiésemos querido repetir, pero sea cual sea la situación que pasamos, estoy seguro que pudimos ver la mano de Dios en medio de la dificultades.
Y es que a pesar de que muchas veces somos infieles, Dios siempre permanece fiel.
Por esa razón Dios traía a mi corazón, que nos esforcemos este año que viene por ser mejores cristianos, dando un buen testimonio al mundo y por qué no decirlo, ganando a las personas para Cristo a través de nuestra diario andar.
Por esa razón tenemos que aplicarnos este nuevo año que viene, para tratar de mejorar aquellas cosas que sabemos que están mal, debemos disponer nuestro corazón totalmente para que Dios sea nuestro guía, nuestro capitán, que la barca de nuestra vida no sea dirigida por nadie más que no sea Él.
Debemos encarar los días venideros de un nuevo año, sabiendo que cada día está más cerca del regreso de nuesteo Señor, "despojémonos de todo peso" y "prosigamos al blanco", con sencillez de corazón, "puestos los ojos en Jesús".
Entreguemos nuestra vida por completo, rindámonos ante Él, depositemos en Él nuestros sentimientos, nuestras emociones, nuestros planes, nuestra visión de vida, nuestros ministerios, nuestras familias, nuestros trabajos y todo aquello que queremos que nos vaya bien en este año que viene.
Glorifiquemos al Señor y exaltemos su nombre a traves de una vida que realmente le agrade.
Dios los bendiga y un feliz 2021!