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viernes, 1 de enero de 2021

Devocional

Devocional 31|12|20 por Adriana y Mario Urquiza 







Glorifiquemos a Dios con nuestro andar 
Salmos 30:1

Un año que termina, muchas conclusiones que sacar. Y es que cada vez que un año va terminando siempre reflexionamos sobre ¿Qué fue lo que hicimos en este?, ¿Cómo nos fue?, ¿Qué cosas vamos a mejorar?, ¿Qué cosas evitaré? etc.

Este año fue un año difícil para todos y es que las experiencias que este año obtuvimos son únicas y se quedarán en este año, algunas las recordaremos con mucho orgullo y otras las recordaremos con mucha pena, porque se nos han ido familiares, amigos o seres queridos por esta pandemia mas allá que hayan partido con el Señor. 
Cada uno de nosotros tenemos libre albedrío, tú puedes elegir si tratar de hacer la voluntad de Dios, o simplemente vivir tu vida como venga, sin preocuparte de tu creador, pero eso sí, las consecuencias de la vida serán según como la vivas, siempre llegarán.

En esta etapa de fin de año siempre es bueno examinar cómo lo vivimos, te aseguro que hay situaciones que hubiésemos querido evitar y otras que hubiésemos querido repetir, pero sea cual sea la situación que pasamos, estoy seguro que pudimos ver la mano de Dios en medio de la dificultades.

Y es que a pesar de que muchas veces somos infieles, Dios siempre permanece fiel.

Por esa razón Dios traía a mi corazón, que nos esforcemos este año que viene por ser mejores cristianos, dando un buen testimonio al mundo y por qué no decirlo, ganando a las personas para Cristo a través de nuestra diario andar.

Por esa razón tenemos que aplicarnos este nuevo año que viene, para tratar de mejorar aquellas cosas que sabemos que están mal, debemos disponer nuestro corazón totalmente para que Dios sea nuestro guía, nuestro capitán, que la barca de nuestra vida no sea dirigida por nadie más que no sea Él.

Debemos encarar los días venideros de un nuevo año, sabiendo que cada día está más cerca del regreso de nuesteo Señor, "despojémonos de todo peso" y "prosigamos al blanco", con sencillez de corazón, "puestos los ojos en Jesús".

Entreguemos nuestra vida por completo, rindámonos ante Él, depositemos en Él nuestros sentimientos, nuestras emociones, nuestros planes, nuestra visión de vida, nuestros ministerios, nuestras familias, nuestros trabajos y todo aquello que queremos que nos vaya bien en este año que viene.

Glorifiquemos al Señor y exaltemos su nombre a traves de una vida que realmente le agrade.

Dios los bendiga y un feliz 2021!

martes, 22 de diciembre de 2020

Devocional

Devocional Adriana y Mario Urquiza 21|12|20 

*El perdón* Mateo 18:21-22



Jesús le responde a Pedro que no tenemos que perdonar siete veces a una persona que peque contra nosotros sino setenta veces siete; eso significa que debemos perdonar tantas veces como sea necesario.

Sé que es difícil perdonar a una persona, más cuando es un familiar nuestro, amigo o alguien conocido. Cuando nos hieren de una forma emocional o física.

Qué significa perdonar? Perdonar: es la acción de liberar de alguien de una obligación para con nosotros.

También debemos entender que al perdonar no sólo esa persona es libre sino nosotros también somos libres. Porque la falta de perdón produce rechazo y termina en amargura causando tremendos daños, al no perdonar se siente un profundo vacio e incompresión, como que le falta algo en su interior, se siente solo, incomprendido, rechazado. Dios quiere que tomes esa decisión de perdonar, porque el tiempo pasa y el dolor se va haciendo cada vez mayor.

La falta de perdón trae enfermedad, en los huesos, en el estómago, en el corazón, y otras enfermedades.

Por eso el beneficio del perdón trae salud para nuestras vidas.

El perdón es la herramienta que nos ayuda a liberarnos de cargas, de rencores, deseos de venganza y aquellas emociones negativas, producto de una situación que nos hirió. El perdón no es facil, lleva un proceso, lleva un tiempo, mas cuando esa persona nos ha dañado, nos ha lastimado muy fuerte, el proceso del perdón en ocasiones toma años, siempre dependiendo de la magnitud del daño.

La esencia del perdón es reconocer la humildad, y ser capaces de abrir el corazón para perdonar, reconociendo de que somos humanos.
Para aprender a perdonarse y perdonar, es necesario aprender a aceptarse y aceptar a los demás.

El perdón hace que logremos conservar un estado mental de paz y bienestar interior, fortaleciéndonos ante la experiecia dolorosa.

Es tiempo de perdonar, es tiempo de soltar, dejá atrás el resentimiento. El perdón es una decisión. La Biblia nos declara que Dios produce tanto el querer como el hacer.

Necesitamos confesar y liberar el perdón hacia aquellos que nos han ofendido y lastimado.

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Devocional

~ Devocional 11|11|20 por Adriana y Mario Urquiza ~
El desánimo




*Números 21:1-7*
Quizás estes pasando por momentos de desánimo y te encuentres con angustia, debilidad, quebrantamiento, problemas, luto, etc.

El desaliento no respeta a nadie, no respeta edad, sexo, posición social, económica, afiliación política, día o noche. No puede evitar que llegue, pero sí puede combatirlo y expulsarlo de su vida. Muchos cometemos el error de alimentar el desaliento con actitudes derrotistas, cuando tenemos las armas para alejarlo de nosotros para siempre y vivir vidas victoriosas.

Algunas situaciones que causan el desaliento:
Enfermedad, abandono, desempleo, divorcio, problemas económicos, la muerte de un ser querido, la prisión, frustraciones, etc. etc.

Al cristiano, todas estas cosas le conducen a perder el sentido de la vida cristiana, se queja de todo, inclusive de Dios, pierde el apetito por conocer más de Dios, pierde el gozo de haber sido salvo, todo le parece absurdo, ya no quiere continuar.

Al no creyente, el desaliento, lo conduce a ahogarse en sus problemas, se refugia en el alcohol, las drogas, amistades y muchos han optado por el suicidio.

El desánimo es una de las herramientas más devastadoras del diablo en sus ataques al creyente y quiere desviar con su arma más poderosa para tratar de derribarte.

Cuando el espíritu de desánimo este en tu vida, puedes estar tan turbado, que ni siquiera puedes hacer una oración, pero sí puedes hablarle a Jesús en tu espíritu, solo dile suavemente, Señor ayúdame, este ataque es demasiado para mi, tengo fe y confío en ti para que eches de mi todo espíritu de desánimo. Amén.

Dios tiene un plan maravilloso para nuestras vida, y ningún ataque satánico podrá alterar jamás esos planes. Dios sabe las penas, luchas y aflicciones que enfrentamos hoy.

Pero el sabe también las cosas gloriosas, que ha trazado para nosotros, el sabe la revelación que recibiremos, el gozo y la paz que poseeremos.

Que el desanimo no te prive de hacer grandes cosas para Dios.

miércoles, 21 de octubre de 2020

Devocional

~ Devocional 21|10|20 por Adriana y Mario Urquiza ~




*Hechos 7:20-28*
Vemos que sus hermanos hebreos en lugar de aceptarlo, en lugar de sentirse felices de que Moisés quisiera defenderlo, lo rechazaron. Luego de ser rechazado se fue a la tierra de Madian, ese rechazo produjo en Moisés un cambio total en su vida: menosprecio de si mismo (Éxodo 3:10-11), tardo de habla y torpe de lengua (Éxodo 4:10).

El rechazo es una semilla de destrucción que el enemigo siembra en nuestra vida. Sentirnos rechazados afecta grandemente, ser rechazado significa ser menospreciado y discriminado.

Todos en la vida hemos sido rechazados de una u otra manera, por personas que amamos, por nuestra familia, amigos, por la sociedad misma que le cuesta aceptar a las personas que son diferentes. Eso lleva a que la persona se aísle, llega hasta el suicidio por causa del rechazo.

Quizas no has podido superar el rechazo, al igual que Moisés estás viviendo en Madian, te sientes juzgado, sientes que ya dictaron una sentencia contra tu vida.

Moisés que fue rechazado por su pueblo, fue tomado en cuenta por el Señor para ser libertador de Israel.

Podemos superar el rechazo confiando y creyendo que nuestro Dios nos ama tal cual somos y siempre tiene para nosotros un plan, Dios no ha dejado de creer en ti. Dios no te ha rechazado de sus planes, Dios quiere hacerte libre.

miércoles, 14 de octubre de 2020

Devocional

~ Devocional 14|10|20 por Adriana y Mario Urquiza ~


*1Pedro 4:12-13*
Cuál es el propósito de la prueba?
Probar nuestra fe, paciencia, carácter, la forma en que reaccionamos ante los problemas y las presiones.

También muestra nuestra fidelidad a Dios y paciencia, nos enseña a esperar en su respuesta. Nos ayuda a hacer cambios positivos.

Cuando pasamos por una prueba, Él quiere tratar con nosotros. A través de los problemas logramos crecer haciendo los cambios necesarios. Dios nos da la sabiduría para pasar por circunstancias, aún cuando sepamos que se trata de la corrección de Dios. 

Cuando pasamos por pruebas, si hacemos cambios en nuestra vida, podemos lograr que las intenciones de Dios cambien. (Jonás 3:9-10) los habitantes de la ciudad de Nínive decidieron arrepentirse y hacer cambios y esto logró que Dios les perdonara.

Dios está formando nuestra vida así como el alfarero le da forma al barro, y las pruebas son parte de la técnica que Dios utiliza para formarnos. Mientras más pronto nos demos cuenta de que Dios está tratando con nuestra vida por medio de las circunstancias difíciles, más fácil será salir de la prueba. No podemos decirle a Dios que no lo haga porque Él es nuestro hacedor. 

Esto se logra a través de la fe, la oración, el ayuno y la lectura de la palabra. Dios espera que le creamos a Él en medio de la prueba. Debemos creer que Dios es más grande que cualquier prueba, problema o circunstancia, Dios se glorifica en medio de nuestras pruebas cuando nosotros ponemos en sus manos todo lo que somos y lo que tenemos, sea bueno o sea malo.

Debemos saber que Dios traerá recompensa a nuestra vida cuando somos resistentes a las pruebas, siempre habrá una bendición esperando al otro lado de cualquier situación. 

Por más que tratemos de evitarlas, nos acompañarán el resto de nuestra vida. Nosotros decidimos si queremos tener a Jesús como nuestro ayudador o si queremos luchar con nuestras propias fuerzas. Las pruebas no te destruirán, sino que te darán la dicha de identificarte con Cristo, de glorificarle con tu vida y al hacerlo experimentarás tal gozo que nada podrá destruirte.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

Devocional

 ~ Devocional 23|09|20 por Adriana y Mario Urquiza ~



Juan.15:2. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

En estos tiempo que estamos con esta pandemia Dios nos está tratando, a cada uno de nosotros. Dios está cortando algo en nuestra vida, no para herirnos, sino para nuestro bien. No obstante, el cortar implica dolor. De hecho, una de las definiciones de cortar es: “Dividir o separar la superficie de algo con un instrumento o cosa afilada.”

Cuando Dios nos lleva por un proceso en el que corta algo, la sensación que experimentamos durante ese tiempo, no suele ser de gozo. Simplemente no sería normal sentir placer.

Me imagino que les debe pasar igual a las ramas cuando el jardinero las corta. En el momento, hasta pudiera parecer una clase de castigo, pero el jardinero siempre sabe lo que le conviene más al árbol. Asi tambien Dios sabe lo que es mejor para nuestras vidas.

Es tan importante entender por qué Dios corta. El peligro es creer o llegar a pensar que Dios te está castigando o que estás pagando el precio por tus errores. Es una manera errónea de ver a Dios. La iglesia debe ser un lugar donde abunde el amor, el perdón y la comprensión. Dios no castiga pero sí corta. Nos dice el texto tomado de Juan que Dios corta para que puedas producir más.

“Él corta todas mis ramas que no dan fruto. Poda y limpia cada rama que da fruto para que así produzca más”. (Juan.15:2) 

Que el Espiruto Santo nos muestre qué hay en nuestras vidas. Dios necesita cortar para que podamos producir lo que todavía no hemos podido ¿Cuáles son las áreas en tu vida que necesitan ser visitadas y revisadas? ¿Por qué será que nos cuesta tanto separarnos de lo que nos hace daño? 

Dios en su inmenso amor y bondad entiende y sabe que si seguimos conectados a personas, pensamientos o relaciones tóxicas, jamás llegaremos a producir o alcanzar lo que Él en su eterna voluntad y amor se ha propuesto para nosotros. Dios está sumamente interesado en tu vida y quiere lo mejor para ti. Cuando Dios corta, y quiero que entiendas que Dios siempre corta, lo hace con la intención de prepararnos para el siguiente nivel de nuestras vidas. ¡Todo lo que Dios hace tiene propósito! ¡Dios tiene un propósito! El dolor momentáneo no nos deja ver el propósito, pero con el tiempo te darás cuenta.

Quizás en estos momentos Dios está cortando o te has aferrado a algo que no dará frutos en tu vida y no quieres que Dios lo corte. ¡Si Dios está cortando, alégrate! ¡Alégrate!!! Dios quiere darte algo mejor, pero en el proceso habrá dolor y confusión. Pero te aseguro que tu llanto se convertirá en baile.

Como dice el Salmo.30:11 “Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de fiesta”. 

Dios está preparando tu vida para una fiesta, pero no sin antes cortar. Cortar no es corregir, sino eliminar. Es muy importante que entiendas eso. El peligro es querer que Dios corrija, pero que no corte. Pídele a Dios hoy que corte y dale la luz verde para que lo haga. Te aseguro que si lo haces verás la Gloria de Dios en tu vida y te darás cuenta de que lo que perdiste en el proceso no se compara con lo que lograste obtener. Bien lo dice la palabra de Dios,

“Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada”. (Rom 8:18)

Lo mejor está por llegar, pero antes Dios tendrá que cortar. ¡Créelo!

Permitamos que Dios sane nuestras heridas a través de sus manos sanadoras y recordemos que Él corta para sanar y mejorar nuestras vidas y las de los demás

lunes, 31 de agosto de 2020

Devocional

~ Devocional 29|08|20 por Adriana y Mario Urquiza ~




ESTEMOS PREPARADOS PARA SU VENIDA
*Mateo 24:34 NTV*

La Biblia nos dice que sucederán ciertas cosas en los últimos tiempos. Hemos sido testigos de muchos acontecimientos mundiales que están marcando la historia, guerras, rumores de guerras, terremotos, maremotos, tsunamis, ahora con la pandemia Covid19 y otras situaciones que cada día nos hacen pensar que la próxima venida de Cristo esta cerca. Estamos preparados para la venida del Señor?

Leyendo algunos versículos de la Biblia, nos lleva a comprender mejor todo lo que ocurre, por eso queremos compartir con ustedes este pasaje, aunque sé que muchos lo han leído en alguna ocasión.

“Jesús les respondió: –¡Cuidado! No se dejen engañar. Muchos vendrán y se harán pasar por mí, diciendo a la gente: “Yo soy el Mesías”, o “Ya ha llegado la hora”. Pero no les hagan caso. Ustedes oirán que hay guerras y revoluciones en algunos países, pero no se asusten. Esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo. Los países pelearán unos contra otros, y habrá grandes terremotos en muchos lugares. En otras partes, la gente no tendrá nada para comer, y muchos sufrirán de enfermedades terribles. En el cielo aparecerán cosas muy extrañas que los harán temblar de miedo”. Lucas 21:8-11 TLA.

Realmente es lo que estamos viviendo, pero un poco más adelante en el mismo capítulo dice lo siguiente:
“Pasarán cosas extrañas en el sol, la luna y las estrellas. En todos los países, la gente estará confundida y asustada por el terrible ruido de las olas del mar. La gente vivirá en tal terror que se desmayará al pensar en el fin del mundo. ¡Todas las potencias del cielo serán derribadas! Esas cosas serán una señal de que estoy por volver al mundo. Porque entonces verán que yo, el Hijo del hombre, vengo en las nubes con mucho poder y gloria. Cuando suceda todo eso, estén atentos, porque Dios los salvará pronto”. Lucas 21:25-28 TLA.

Realmente debemos anhelar la venida del Señor, aunque humanamente hablando nos da cierto temor, pues por naturaleza somos así. Pero si cada uno de nosotros estamos velando y atentos a todo esto, debemos alegrarnos de que Él vendrá a llevarnos.

El anhelo de todo hijo de Dios es estar con su Padre o por lo menos ese tendría que ser nuestro deseo. Ahora hazte algunas preguntas:
  • ¿Me alegro de saber que Jesús esta a las puertas?
  • ¿Mi vida está preparada para recibir su venida?
  • ¿Realmente mi mayor anhelo es estar junto a Él por toda la eternidad?
No podemos negar que hay muchas señales que nos indican que su venida esta cerca. La Biblia dice que nadie sabe el día ni la hora en que sucederá, por lo que no debemos especular, sino estar PREPARADOS.

Si bien es cierto, no hay día ni hora, Jesús sí nos dijo que habría señales de que su venida estaría cerca, por lo que cada uno de nosotros tenemos que ver esas señales como un día menos para su venida.

Qué lindo es saber que aquellos que un día le entregamos nuestra vida y nos rendimos a Él, tenemos preparado un lugar especial, Jesús lo dijo: “…No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Ustedes conocen el camino para ir a donde yo voy”. Juan 14:1-4 TLA.

En Apocalipsis 22:20 TLA dice: “El que anuncia estas cosas dice: “Les aseguro que vengo pronto”. ¡Así sea! ¡Ven, Señor Jesús!”
Estemos preparados para su venida!!!

viernes, 7 de agosto de 2020

Devocional

~ Devocional 8|08|20 por Adriana y Mario Urquiza ~





*Gálatas.6:9-10*
No nos cansemos de hacer el bien.
Es desalentador hacer continuamente el bien y no recibir ninguna palabra de agradecimiento o ver resultados tangibles.

Pablo dice que no nos cansemos de hacer el bien, desafió a los gálatas y nos desafía a nosotros a seguir haciendo lo bueno y confiar a Dios los resultados. A su tiempo cosecharemos bendiciones. Hay una recompensa para todos los que se dedican sinceramente a hacer el bien, aunque nuestra recompensa se demore de seguro llegará.

No tenemos que discriminar a nadie a la hora de hacerle bien. No hay que hacer el bien a aquellos que me lo puedan devolver, eso es manipulativo y egoísta. Hacer el bien no es sólo para los que amo. Ni para los que me caen bien. 

El bien se hace a todos y sin esperar nada a cambio.
Pablo dice: según tengamos oportunidades, hagamos el bien a todos, y mayormente a nuestros familiares en la fe.

El apóstol Pablo no dice tiempo, sino oportunidad. Mientras tengamos vida en este mundo, tenemos tiempo, pero no siempre tenemos las oportunidades de hacer el bien, por lo que no deberiamos dejar escapar ninguna de esas oportunidades, las cuales nunca vuelven, podran venir otras, similares, diferentes, pero lo que pasaron sin ser aprovechadas, nunca mas volverán, y de ellas se nos pediran cuentas, conforme a lo que dice en Santiago 4:17 Todo el que conoce el bien que deberá hacer, y no lo hace, tiene pecado. Finalmente, hay que hacer el bien a todos, pero en especial a nuestra familia de la fe, que son: a los débiles en la fe, a los recién convertidos, en estos tiempo difíciles que estamos viviendo con esta pandemia de no olvidarnos de hacer el bien a los ancianos, ayudando con sus compras o algún trámite, si tenemos esa oportunidad de ayudarlo, dando palabras de ánimo, de fe y esperanza, hablándole del Señor a todos aquellos que lo necesiten.

Hacer el bien sin cansarnos, aunque no tengamos resultados, sin dejar de pasar cada oportunidad, porque la cocecha de nuestros actos solo puede ser completa en la eternidad.

No te canses de hacer el bien, se que afuera pareciera que todos estan en tu contra, confia. Haz el bien, no te dejes convencer por los demás, sigue los principios de Cristo y haz el bien en todos.
Siempre que tengas oportunidad haz el bien, sin importar quién o cómo. Haz el bien; muchas veces querras hacer lo contrario con personas que quizas te lastimaron, si es así, pide a Dios que ponga amor y perdón en tu corazón.

Acuérdate de que las oportunidades siempre estarán, aprovéchalas para hacer el bien y concéntrate en hacerle bien a tus hermanos en la fe.

lunes, 20 de julio de 2020

Devocional

~ Devocional 20|07|20 por Adriana y Mario Urquiza ~



En Juan 5:1-9 habla sobre el paralítico de Betesda y de cómo este estaba esperando una oportunidad para recibir su milagro, porque en ocasiones, un ángel descendía al estanque y agitaba las aguas, y el primero que descendía quedaba sano. En medio de aquella multitud se encontraba un hombre paralítico desde hacia 38 años. Toda una vida. Y habia perdido las esperanzas.

Al igual que ese paralítico nosotros muchas veces nos encontramos allí solos, sin que nadie pueda ayudarnos, esperando que algo sobrenatural pase para lograr alcanzar el milagro que necesitamos, es ahí donde nos quedamos estancados, igual que en la vida.
Estancarse en la vida es frenarse ante el razonamiento que los demás componentes de ella nos ofrecen.

Nos estancamos en el dolor de la partida de un ser querido. O por un mal manejo económico. A veces nos paralizamos por no aceptar la soberanía de Dios y nos encontramos en el estanque sin entender que Él no nos quiere allí.

¡El paralítico de Betesda estaba estancado desde hacía 38 años!
Quizás su estancamiento comenzó en aquel momento en que quedó tullido.

Se estancó en la dependencia de otros, ya no se podía mover sólo. Se estancó en la costumbre rutinaria de esperar que el agua se mueva. Se estancó en la visión miserable de él mismo, pensando que era imposible llegar al agua. Se estancó en la autocompasión de que no tenía nadie que lo lleve ni bien el agua se movía. Se estancó en la frustración competitiva de tener que llegar primero.
¡Jesucristo pasó por allí y cambió sus 38 años de triste historia!

Jesús emitió una Palabra “Levántate, toma tu lecho y anda”. Si el enfermo se quedaba sin moverse de acuerdo a esa Palabra los resultados no hubieran sido los que hoy conocemos. La Escritura nos dice que “al instante fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo”.

No se cual es tu problema, quizas llevas mucho tiempo orando por tu necesidad, pero Jesús conoce tu prueba prolongada y comprende lo que sientes cuando pasas años y las respuestas que esperas no llegan a tu vida. Él quiere renovar tu esperanza.

Si estás viviendo un tiempo de estancamiento, por ejemplo: si estas cansado, solo, frustrado, entristecido, te animo a que creas que Jesús está a tu lado diciéndote: “levántate, toma tu lecho y anda”.
Levántate, toma esa dificultad que te estancó en una parálisis y camina victorioso mostrando que ella no te retiene más. Su palabra tiene poder para sanarte.

Ahora sos vos el que la llevas como un testimonio de que Cristo te dio la victoria.
Te animo a que por la fe vayas siempre por más. Nunca más paralizado y menos estancado.
Cuando creemos que Él está a nuestro lado, no hay parálisis que nos estanque, ni estanque que nos detenga. Él te ama, y está dispuesto a hacer aún aquello que tú no mereces, dejalo sanar tu corazón, deja que Jesús cambie tu vida. 

Jesús es nuestro amigo y Él quiere ayudarnos en nuestras necesidades.