Devocional

~ Devocional 23|10|20 por Gabriela y Norberto Silba ~

*Salmo 119 : 25 "Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra".*

Había perdido las fuerzas, el ánimo, las energias. De repente un halo de alegria, una tentativa de aliento, estaba deprimida. Deseé estar contigo y parecía que no sentía...nada.

Dije: SEÑOR VIVIFÍCAME CON TU PALABRA, y recordé: "LÁMPARA ES A MIS PIES TU PALABRA Y LUMBRERA A MI CAMINO". Entonces clamé ¡Ilumíname oh Dios para no tropezar y caer y para no confundir el camino que debo seguir.

Miré y he aquí una lumbrera enorme, con forma de cruz a modo de señal, guiándome exactamente hacia obras preparadas de antemano para que yo ande en ellas.

Devocional

 ~ Devocional 2|10|20 por Gabriela y Norberto Silba ~

Salmos 103: 2-5, RV 1960 Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios.

Son cinco los beneficios mencionados en este salmo, que nos permiten transitar por este mundo en confianza y en fe, y Dios quiere que nos fortalezcamos en sus beneficios y que meditemos en su palabra.

1) Él es quien perdona todas nuestras iniquidades.

2) Él sana todas nuestras dolencias

3) Él rescata del hoyo nuestras vidas

4) Él te corona de favores y misericordia

5) Él sacia de bien tu boca de modo que rejuvenezcas como el águila.

Pensemos, si alguien cae en un pozo en el campo en una situación en la que por más que grites y te esfuerces no podrías salir, pero Dios, que todo lo puede y que todo lo ve, viene a tu rescate para sacarte de ahí.

Hoy vivimos momentos en que nuestra fe es probada a través de distintas situaciones que nos rodean y que debemos enfrentar a diario. En Hebreos 11:6 dice que "sin fe es imposible agradar a Dios" y "es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan".

Hermanos, sigamos buscando a Dios.

Devocional

~ Devocional 1|06|20 por Gabriela y Norberto Silba ~

1Corintios 6:20 RV60. Porque habéis sido comprados por precio, glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Demos gracias a Jesús por habernos comprado con el precio de la cruz. Y sabemos que a los que le recibimos en nuestro corazón, el pecado ya no se enseñorea de nosotros. Presentemos nuestros cuerpos cuidados con alimentos sanos y sin excesos que dañan nuestro bienestar, descansando lo suficiente para renovar fuerzas, controlando lo que leemos, vemos y escuchamos para no desviarnos del camino. Leyendo, meditando y reflexionando en la palabra de Dios. Creciendo y orando en el Señor siempre, para poder compartir con otros las buenas nuevas de salvación. Y así, dar en nosotros la gloria debida a Su nombre. Amén.