~ Devocional 22|08|20 por Noemí y Daniel Colins ~
Solo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella para nada; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas.- Josué 1:7 NVI
La vida de fe exige ser valiente. La mayoría de los creyentes no se dan cuenta de ello, pero esa es la verdad. Se necesita ser valiente para levantarse contra la enfermedad y declararse sano por la herida de Jesucristo.
Habrá días en que preferira aislarse de todo y esconderse antes que dar otro paso de fe contra el diablo. Pero no te podes dar ese lujo, porque la batalla de la fe no se pelea una vez y luego se olvida. Si queres continuar viviendo en victoria tenes que seguir peleando la batalla de la fe una y otra vez.
Aunque muchas veces se trata de encontrar otra manera, no la hay, por ejemplo, los israelitas. Ellos pensaron que cuando cruzaran el mar Rojo ya no tendrian más batallas. Por eso, cuando oyeron el informe acerca de los gigantes que vivian en la tierra prometida decidieron que no podrían emprender la batalla, por lo que su valor se esfumo. Entonces tuvieron que tomar un desvio de 40 años por el desierto.
Pero sabes qué? Los israelitas no pudieron evitar la batalla, cuando llego el tiempo para que la generación siguiente entrara en la tierra prometida los gigantes aun estaban alli. Sin embargo, esa vez los israelitas se armaron de valor para enfrentarlos ¿De donde les vino ese valor? De la Palabra de Dios.
Josue, su lider, había seguido las instrucciones del Señor y había guardado esa Palabra en su mente y en su corazón de día y de noche. Josué habia meditado en ella y nunca se habia olvidado de que Dios estaba de su parte.
Si vas a pelear la buena batalla de la fe hasta el final, vas a tener que hacer exactamente lo que hizo Josue, sacar continuamente valor de la Palabra de Dios. Asi que decidite a hacerlo, empapate de la Palabra y deja que ella te transforme de cobarde en vencedor, para luego marchar a la batalla y matar a los gigantes de tu tierra.
