jueves, 17 de diciembre de 2020

Devocional

Devocional 17|12|20 por Natalia y Juan Juárez 



No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Filipenses 4:11-14 RV60

En ese tiempo no fue fácil para Pablo, tampoco lo es para nosotros Hoy!

Seguramente has llorado, y también has reído, has sentido dolor y has padecido enfermedad. Has tenido abundancia y pudiste ayudar a otros, y también has estado en necesidad. Has sabido disfrutar en familia y también te has sentido solo/a, te has sentido fuerte y por momentos tan débil, te has alegrado y has levantado tus manos en alabanza y también has sentido el quebranto y derramaste tus lágrimas. Por momentos has dudado, pero también has escuchado la dulce voz de tu amado Dios que te ha levantado, te has sentido abrumado muchas veces, pero también has visto la mano de Dios sobre tu vida, hubo incertidumbre y su Palabra te ha confortado.

Por eso como Pablo decimos, *¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!*

Dios nunca te ha abandonado, ni nunca lo hará, su fidelidad es para siempre. Él te ama y está siendo formado en ti!!

La Palabra de los miércoles!

 "Recuperemos su presencia" 

por el Copastor Walter Elía.



Suscribite!!

 

Suscribite en Spotify y en Youtube!



Devocional

Devocional 16|12|20 por María del Carmen Fabbri Rojas 



“Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino tenga vida eterna” (Jn 3:16, BLPH).

Navidad está cerca. La fecha en que el Dios Hijo bajó a esta tierra. Cuando no existía nada, Él fue la Palabra con que Dios creó el mundo. El universo entero, a partir de la nada.

Después empezó a pasar todo lo que narra la Biblia, hasta el momento en que esa Persona inmensa se hizo un bebecito y nació de María. Más tarde murió en una cruz por delitos que no eran suyos. Por mis pecados, por ejemplo.

¡Señor! ¿para qué hiciste todo eso? ¿Qué ganas, Dios con eso?
¿A mí? ¿Realmente lo hiciste para rescatarme? ¿Para tenerme a tu lado por toda la eternidad? ¿Literalmente moviste cielo y tierra para que yo esté con Vos?

¡Ay, Señor! ¡Debería decirte que hiciste el peor negocio! ¡Que en este trueque perdiste como en la guerra!

Pero… ¡qué bendición que Vos no pienses de la misma manera!

Que te hayas hecho un ser humano como yo, y hayas dado tu vida en mi lugar. Por mí. Y por él, por ella, por ellos, por nosotros. Por todos. Para que podamos tener la posibilidad de arrepentirnos, de decirte “ayúdame” y amigarnos con Dios.

Para Vos no somos una mera muchedumbre ni una masa informe. Para tus ojos tenemos nombre y cara. Y nos querés, a cada uno, a tu lado. Para siempre a tu lado.

Señor, te confieso que no alcanzo a entenderlo. A ese amor tuyo. Tu loco amor, Señor. Tan grande, tan generoso. Y sobre todo, tan inmerecido…

Claro, por eso se llama gracia. La gracia es un regalo.

El gran regalo que nos enviaste en la forma de ese bebé, Jesús.
Gracias, Señor. ¿Sabes? ¡Toda esa eternidad no va a alcanzar para decirte gracias!

Comunicate!!


Recordá que podés conectarte con Puerta del Cielo llamando a este número telefónico, de lunes a viernes de 10 a 17 hs.
《Sólo para llamadas.》



miércoles, 16 de diciembre de 2020

Importante!!

 


Devocional

Devocional 15|12|20 por Mini y Lautaro Guerrero 




“Pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” Isaías 40.31

¿Alguna vez sentiste que vas por la vida cargada/o, pesada/o, agotada/o? Es porque estas apoyada/o en tus fuerzas, vas llevando cada actividad de tu vida a tu forma, corriendo y esforzándote en tus propias fuerzas, sin resultados, todo esto en lugar de darle tu confianza al Señor.

Este pasaje nos dice que no importa lo fuerte e independiente que podemos ser, no podemos lograrlo solos/as.

Al igual que aguiluchos, en su nido, no pueden hacer nada sino esperar hasta que el águila madre regrese a su nido para llevar los alimentos necesarios bebida, o cualquier otra cosa que es necesaria para mantener sus pichones vivos, tenemos que permanecer en el “nido” y confiar que Dios nos traerá lo que necesitamos, y luego debemos aceptar lo que viene porque sabemos que es para nuestro propio bien.

En Dios encontraremos nuevas fuerzas, seremos formados para que, cuando alcancemos la madurez necesaria, podamos levantar vuelo.

Habrá días difíciles, sí, pero tenemos la certeza de que no nos cansaremos, no desmayaremos, si confiamos en nuestro Padre Celestial.

martes, 15 de diciembre de 2020

Misión Martus!!

Nuestro ultimo Culto de Niños del año 2020!
Y finalmente llegamos a la tierra desde que partimos a nuestra Misión Martus!!!!!