lunes, 9 de noviembre de 2020

Partió con el Señor

Ante la inesperada partida de Osvaldo De Bona, como iglesia, acompañamos a su madre, esposa, hijos, hermanas y familiares. Oramos que la paz de nuestro Dios cubra sus corazones y dé consuelo. Nuestro hermano descansa en los brazos del Padre.




Devocional

~ Devocional 9|11|20 por Yamil Cabrera ~

                                     
                              

2Co 5:17, RV60: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Es un éxodo lo que ocurrió en nuestra vida, así como sucedió con el pueblo de Israel saliendo de la esclavitud y llevados a la tierra prometida, de esta manera sucedió en nosotros. Estábamos en Adán, imposibilitados de agradar a Dios y tener comunión con Él, enemistados por naturaleza, en esclavitud, un árbol con una simiente corrompida que sólo produce frutos malos. Pero en Su infinita gracia fuimos encontrados y el éxodo ocurrió, directo a Su corazón, incluidos en Él, el misterio se reveló y ahora estamos en ÉL, estamos en Cristo. Entonces, de modo que si estamos en ÉL, nueva criatura somos. Permítanme explicarlo así: Dios no vino a mejorar nuestra vida o algunas áreas que nosotros pensamos que estaban desordenadas (Mat. 9:16-17) Dios vino a poner fin al verdadero problema de lo que somos y poner Su simiente, la simiente de Cristo en nosotros, el árbol bueno que produce buen fruto. Es decir, nadie puede ver el Reino si no es nacido de nuevo (S. Juan 3:1-15), debe haber un proceso de muerte, sepultura y resurrección en Cristo. Y ahora lo único que requiere Dios es rendición de nosotros, de manera que esta nueva naturaleza cada día sea expresada. 

Estas son muy buenas noticias, fuimos llevados a la tierra prometida, a Cristo.

El mensaje del domingo

 ¿Qué busca Dios de nosotros?

por Copastor Walter Elía




Devocional

~ Devocional 7|11|20 por María Cristina Ayala ~



*Isaías 40:31 “Pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”*

En este pasaje, Isaías nos insta a esperar en Jehová (confiar, aguardar, creer, detenernos). Si esperamos en Él, tendremos nuevas fuerzas (energía, vigor, ánimo), levantaremos alas como águilas. En varias partes de la Biblia hay comparaciones de nuestro caminar como cristianos con el águila. Una de sus características es que aunque vive en las alturas de las montañas, sobrevive en la tierra, por eso nos compara con ellas. Correrán (andar rápidamente, con impulso, rapidez) sin cansarse, y caminarán (andar, marchar, ir a pie). Al leer este versículo tomemos el ejemplo de las águilas: abramos nuestras alas como ellas, remontémonos a Su presencia, vayamos todos los días ante Dios en oración, a la roca de nuestra salvación donde encontraremos la paz que necesitamos para poder esperar el socorro oportuno a cada necesidad que debamos afrontar. Recibiremos nuevas fuerzas sobrenaturales de parte de Él que nos ayudarán en nuestras debilidades como seres humanos para sobrevolar sobre las dificultades, viéndolas pequeñas a nuestros ojos y a los ojos de Dios. Correremos en esta vida con nuevo impulso, sin cansarnos, con la fuerza del Espíritu Santo, caminando con fe, esperanza, de la mano de nuestro Dios, en nuestro diario vivir esperando su regreso.

viernes, 6 de noviembre de 2020

Devocional

Devocional 6|11|20 por María del Carmen Fabbri Rojas 



En Juan 15:20-21, el Señor advirtió: “¿Recuerdan lo que les dije? “El esclavo no es superior a su amo”. Ya que me persiguieron a mí, también a ustedes los perseguirán. Y, si me hubieran escuchado a mí, también los escucharían a ustedes. Les harán todo eso a causa de mí, porque han rechazado a aquel que me envió”.

Esas persecuciones nunca cesaron, y la historia de la Iglesia es también la de millares de “mártires”, es decir, testigos, que es lo que significa en el idioma original. Los que se juegan hasta el fin para dar testimonio del Señor y de su obra.

Hoy en día, en pleno siglo XXI, hay 280 millones de hermanos nuestros en esas condiciones: sufren persecución alta, severa o extrema según los países, simplemente por ser cristianos.

Están expuestos a ser echados de sus familias, despedidos de sus trabajos, despojados de sus bienes. En los países más duros pueden ser encarcelados, torturados, internados como enfermos mentales y hasta asesinados.

En este enlace la organización Puertas Abiertas mantiene un mapa actualizado de la Iglesia Perseguida y mayor información: https://www.puertasabiertasal.org/pers.../lista-mundial/mapa

También dice que, aunque los perseguidos necesitan de todo, lo que más les piden es ORACIÓN.

¿Podremos nosotros, que aunque atravesamos dificultades no padecemos penurias tan extremas, levantar sus brazos dolidos y sus piernas cansadas con nuestras oraciones? ¿Presentarlos ante el altar y clamar por ellos, pedir que sean guardados, fortalecidos, consolados, según necesiten? ¿Qué los ángeles del Señor los auxilien?

Que el Señor nos ayude a percibir, como cuerpo que somos, el padecimiento de nuestros hermanos, también los que están lejos, y bendecirlos según el Espíritu nos guíe.

Devocional

 Devocional 5|11|20 por Mini y Lautaro Guerrero 




“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana".
Mateo 11:28-30.

En este pasaje Jesús nos está llamando a servir y que sirvamos en la fuerza que Él nos da. Él está siempre a nuestro lado cargando el peso por nosotros sí solamente rendimos nuestras vidas a Él. La única ocasión en que la carga viene a ser opresiva es cuando tratamos de hacernos cargo de la situación y manejar la carga por nosotros mismos.

Hemos respondido a Él como nuestro Salvador, pero cuando Él quiere ponernos el yugo alrededor del cuello y unirnos a Él, nos resistimos, nos rehusamos a escuchar y someternos a Su Palabra y reconocer Su autoridad.

Así que ¿qué significa tomar el yugo de Cristo? Tomar el yugo de Cristo significa someterse a Su persona como aquel que es apacible y manso, como uno que es gentil y compasivo y preocupado por nosotros. Significa ponernos bajo su yugo, unirse con Él, pero la diferencia es, que Él es el compañero de yugo y así es como Él da descanso.

De modo que el Salvador prometió, “Porque mi yugo es fácil, y Mi carga es ligera.” Está hecha a la medida para cada uno de nosotros y además, Él está siempre allí con nosotros para llevar la carga.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

La palabra de los miércoles!

 "El Señor mira diferente"

por la Pastora Adriana Parfeñik.



Devocional

~ Devocional 4|11|20 por Lorena y Martin Aguirre ~



“Así que preparen su mente para actuar y ejerciten el control propio. Pongan toda su esperanza en la salvación inmerecida que recibirán cuando Jesucristo sea revelado al mundo.” 1 Pedro 1:13 NTV.

En la primera carta que el apóstol Pedro escribe a las iglesias nos recuerda que como Hijos de Dios fuimos llamados a vivir una vida en santidad. Y es interesante que cuando habla de santidad no la pone como algo inalcanzable o lejano, o algo que solo depende del Señor. El apóstol nos desafía a nosotros a vivir la santidad de una manera práctica, en las pequeñas decisiones de cada día, dice que debemos estar preparados en nuestra mente y ejercitar nuestro control propio. Como un atleta que se entrena día a día para poder correr la carrera que tiene por delante, nosotros debemos ejercitarnos en la santidad honrando a nuestro Señor con cada actitud, pensamiento, acción e incluso omisión que se nos presentan a cada momento teniendo en la mira la esperanza de la salvación que nos fue prometida. Debemos ser santos porque él es santo, él nos amó primero y gracias a ese amor eterno podemos poner en práctica esa vida de santidad que exalte a nuestro Dios.

¡Que tengan un hermoso día!