miércoles, 25 de noviembre de 2020

Devocional

  Devocional 24|11|20 por Valentina y Sebastián Sanabria 




*Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Juan 15:11 (RV60)* 

Jesús decía estas palabras conociendo que en poco tiempo iba a sufrir la crucifixión; pasando por burlas, azotes, insultos, humillación y dolor.

El gozo es un fruto del Espíritu Santo, por lo tanto no depende de la situación que estamos pasando, sino de la relación que tenemos con Dios.

"Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. "Juan 17:13. 

Jesús no intercedió para que Dios nos saque de los problemas o nos dé felicidad, Él oró para que podamos tener el mismo gozo que el Padre le había dado a él; gozo que sólo Dios puede dar.

Que el Espíritu Santo nos guíe a conocer más de Dios cada día, sólo cuando estemos firmes en la Roca, podremos vivir reflejando los frutos que Él da.

Dios los bendiga!

lunes, 23 de noviembre de 2020

Devocional


~ Devocional 23|11|20 por Natalia y Juan Juárez ~




Seguí el enlace a esta alabanza de Evan Craft:

"Los que CONOCEN tu nombre CONFÍAN en ti, porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan" Salmos 9:10 NTV

Confiamos en los hombres.

Confiamos en los médicos.

Confiamos en los maestros o profesores

Confiamos en la policía.

Confiamos en los abogados.

Confiamos en los jueces.

Confiamos en nuestra familia.

Confiamos en nuestros amigos y confiamos en nosotros mismos.

Aún sabiendo que cualquiera de ellos puede fallar y también nosotros.

Entonces, por qué muchas veces no confiamos, o nos cuesta confiar en Jesús, sabiendo que Él no ha fallado, no falla, ni jamás fallará???

Su Palabra en este pasaje nos dice que sólo los que lo conocen, confían en Él, y es a través de la Palabra, tiempo en intimidad con Él y la intervención del Espíritu Santo, que vamos a tener una revelación clara y firme de quién es, y de cuán seguro y cuánta paz nos dará el confiar en Él. 

Ni lo dudes, sólo confía!!

2 Samuel 22:2-3

Conoce a Dios en todo su esplendor, su persona y su belleza son incomparables!!

Los bendecimos!!

domingo, 22 de noviembre de 2020

El mensaje del domingo!

 "El Señor está a tu lado"

por el Copastor Walter Elía.




Nuestras reuniones.

 


Devocional

 Devocional 21|11|20 por María Bettina López 




Salmos 77: 1-3 Con mi voz clamé a Dios, A Dios clamé, y él me escuchará. Al Señor busqué en el día de mi angustia; Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; Mi alma rehusaba consuelo. Me acordaba de Dios, y me conmovía; Me quejaba, y desmayaba mi espíritu.

A veces la angustia que tenemos es tan grande que nubla nuestra fe. Buscamos al Señor a gritos, compungidos, y creemos que Él no nos escucha, que no quiere respondernos. Dice el salmista que su alma "rehusaba consuelo". Estaba tan agobiado que no le daba lugar a Dios para que le devuelva la paz. Te pasó alguna vez? Nos ponemos a pensar en el pasado, y nos hundimos mas. Nos quejamos. Y así nuestra fe va menguando. La situación que enfrentamos se agiganta. Pero luego, el v 11 dice: "Me acordaré de las obras de JAH; Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas". Cuando sacamos la mirada de nuestro ombligo y la levantamos hacia el Señor, cuando recordamos sus obras, sus promesas y volvemos a creer en su amor, en la obra de Jesús en la Cruz, le damos lugar para que nos sane, nos levante, y podemos volver a empezar. 

Él es santo y poderoso y hace maravillas. Meditemos en sus obras para que nuestra fe se fortalezca.

Próxima Santa Cena

 

viernes, 20 de noviembre de 2020

Devocional

Devocional 20|11|20 por Noemí y Daniel Colins 



Mateo 6: 21 y Hechos 3:6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.

Consideremos un poco la situación real del hombre al cual fue realizado el milagro. Era cojo de nacimiento, pedía limosna cada día en esta puerta del templo. Estaba acostumbrado a su situación, seguramente ese día no esperaba recibir algo especial. Este hombre no tenía fe, es decir el milagro no se debió a la fe del cojo sino a la fe de los apóstoles. Podemos ver en este pasaje dos características muy importantes en Juan y Pedro:

ERAN CREYENTES DE ORACIÓN. Ellos se habían disciplinado en la noble tarea de la oración. Este milagro se realizó en el Templo de Jerusalén al inicio de la iglesia primitiva cuando iban a la hora de la oración. Fue un milagro que llamó la atención de toda la ciudad. Este milagro y muchos otros se realizaron como resultado de creyentes entregados a la oración y de una iglesia que oraba.

ERAN CREYENTES DE ACCIÓN. Pedro dio lo que tenía, era la plenitud que llega por medio de la fe en el nombre o autoridad de Jesucristo. Pedro tomó al hombre de la mano derecha y lo levantó. En esa acción de inmediato fueron afirmados sus pies y tobillos. Pedro y Juan tenían fe y poder y le dieron sanidad a este hombre. Fue la fe de ellos que movió a Dios a obrar el milagro.

Y hoy como hijos de Dios debemos muchas veces plantearnos dónde esta puesta nuestra fe, nuestra convicción, ¿dependemos de nuestra fuerza, nuestro conocimiento, nuestro bienes? o solo dependemos de la misericordia de Dios que se renueva cada día sobre nosotros. Cuando estamos muchas veces como ese cojo sin poder avanzar, ¿dónde ponemos nuestra fe?

Hoy te aliento a que renueves tu fe, que lo que te levante no sea la fe de otros sino tu fe, tu amor por Dios para que a través tuyo como lo hizo este hombre puedan ver el milagro de Jesús hecho en ti. Te aliento a tener convicción en las verdades eternas, a ser una persona de oración, ser una iglesia de acción y en el nombre de Jesucristo servir a los demás.

jueves, 19 de noviembre de 2020

Devocional

~ Devocional 19|11|20 por Ana Perez ~


“Tú oyes la oración” (Salmo 65:2 a).

En este mundo de hoy que nos lleva en diferentes direcciones podemos perder el rumbo y olvidar que tenemos una misión muy específica. La oración nos ayuda a enfocarnos en ese propósito. 

Hay muchos desafíos frente a nosotros, pero sólo la oración nos impulsará en la tarea de ganar almas para el Señor. 

Sigamos clamando y orando con confianza. Él oye y responderá.

El mismo Dios que impulsó a la Iglesia en Pentecostés la dirige en estos tiempos para impactar otra vez al mundo.