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martes, 29 de diciembre de 2020

Devocional

~ Devocional 29|12|20 por Ana Pérez ~



 
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 
Mt.16:16, RVR1960.

Todos se preguntaban quién era Jesús, ese hombre que hacía señales y milagros.

Jesús mismo les preguntó a sus discípulos: "Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?.." (Mt.16:13). Respondieron "Elías", "Juan el Bautista" o "alguno de los profetas..." 
"¿...y vosotros, quién decís que soy yo?" Preguntó. Pedro respondió: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (v16).

Hoy en día, muchos siguen sin saber quién es Jesús.

Jesús le respondió: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos" (Mt.16:17). Esta verdad espiritual es revelada por Dios y es el fundamento de nuestra fe. 

Edificada sobre ese fundamento, la Iglesia posee toda autoridad para dar a conocer el nombre de Jesús, de modo que muchos puedan creer en Él.

Oremos que en este tiempo, la Iglesia, cada uno de nosotros, podamos tomar esa autoridad que nos ha sido dada, y proclamar al mundo, como dijo Pedro, quién es Jesús: "El Cristo, el Hijo del Dios viviente".


martes, 8 de diciembre de 2020

Devocional

Devocional 8|12|20 por Ana Pérez  



La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Jn.14:27, RVR1960.

Hay una paz que quita de nosotros todo temor y toda turbación; que prevalece en los momentos difíciles. Una paz que sólo Jesús puede dar. 

Por medio de Jesucristo tenemos paz con Dios (Ro.5:1). Él nos reconcilió con Dios por Su obra en la cruz y nos dio paz que sobrepasa todo entendimiento. Recibimos Su paz como un regalo. Pero, la Palabra dice también: "Busca la paz y síguela".(Sal.34:14b). Se refiere a una responsabilidad individual: estar en paz con Dios y también con los hombres. 

"En cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos" (Ro.12:18). La paz es un fruto del Espíritu y depende de nosotros que crezca y permanezca.

Seamos hombres y mujeres de paz. Pacificadores. Que sea una característica de cada uno de nosotros. Somos portadores de esa paz única que viene de Dios y que el hombre tanto anhela. 

Llevemos siempre paz para que muchos puedan hallar la paz con Dios.

jueves, 19 de noviembre de 2020

Devocional

~ Devocional 19|11|20 por Ana Perez ~


“Tú oyes la oración” (Salmo 65:2 a).

En este mundo de hoy que nos lleva en diferentes direcciones podemos perder el rumbo y olvidar que tenemos una misión muy específica. La oración nos ayuda a enfocarnos en ese propósito. 

Hay muchos desafíos frente a nosotros, pero sólo la oración nos impulsará en la tarea de ganar almas para el Señor. 

Sigamos clamando y orando con confianza. Él oye y responderá.

El mismo Dios que impulsó a la Iglesia en Pentecostés la dirige en estos tiempos para impactar otra vez al mundo.

jueves, 29 de octubre de 2020

Devocional

~ Devocional 29|10|20 por Ana Pérez ~




"Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios es cogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo." 1 P. 2:4-5, RVR1960.

La piedra viva a la que se refiere este texto, simboliza a Jesús. Nosotros somos (como Jesús), piedras vivas con las que Dios edifica Su Iglesia. Vemos que para ser edificados debemos acercarnos al Señor, la piedra escogida y preciosa. Es sólo con Él, en Su presencia, que podemos crecer en el conocimiento de Dios, ser santificados y edificarnos unos a otros como Cuerpo de Cristo. Individualmente y como Iglesia, somos continuamente edificados por el Señor para ser portadores de su gracia.

viernes, 9 de octubre de 2020

Devocional

~ Devocional 8|10|20 por Ana Pérez ~






"Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar..." Lc.11:1, RVR60. 

La oración es un mandamiento, pero también una necesidad vital para todo hijo de Dios. Jesús nos dejó Su ejemplo. 

Sus discípulos le pidieron que les enseñara a orar, porque Él oraba de una manera diferente y ellos lo percibieron. Oraba a Su Padre y no como los fariseos. Enseñaba a vivir en comunión Dios.

Jesús oraba en todo momento y ante toda circunstancia, en las más sencillas e incluso en la cruz. Oraba antes de comer, al tomar decisiones, oraba al hacer milagros, se apartaba a orar a solas, oraba con sus discípulos... Pasó la noche orando antes de llamar a los doce. Antes de ir a la cruz, oró por los discípulos y por todos los que habrían de creer en Él (Juan 17).

Oró en Getsemaní, y también en la cruz: "...Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lc.23:34). Y antes de morir: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lc.23:46). Después de resucitar oró en diferentes ocasiones con sus discípulos. Hebreos, hablando del sacerdocio inmutable de Jesús, nos dice que Él continúa orando por quienes han creído en Él: "...viviendo siempre para interceder por ellos" (He.7:25b).

La oración debe ser primordial en nuestra vida como lo fue en la de Jesús. La oración trae respuestas, pero además, nos da un mayor conocimiento de Dios y de su voluntad. Somos transformados y guiados para cumplir sus propósitos. Como individuos y como Iglesia, vivamos el ejemplo de Jesús. Oremos sin cesar. Oremos con entendimiento. Oremos en el Espíritu. Oremos con plena confianza. ¡Dios sigue obrando en todo tiempo!

domingo, 27 de septiembre de 2020

Devocional

~ Devocional 26|09|20 por Ana Pérez ~



_Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan. Sal. 23:4, NTV._

El Señor promete estar con nosotros y esa es la razón más poderosa por la cual no debemos temer en ninguna circunstancia. Podemos estar en las más densas tinieblas espirituales o en situaciones de peligros diversos, pero el Señor está para darnos confianza y valor. Nos ayuda  a transitar por ese camino con un propósito, para que seamos gloria para Su nombre.  Él nos da un lugar espiritual de seguridad en Su presencia, donde nuestro corazón puede reposar y hallar descanso. 

 Aun cuando caminamos "por el valle más oscuro", el Señor nos guía por la senda correcta, que es el camino de la verdad, nos conforta, nos protege y nos da la salida. Él promete, no sólo acompañarnos en el momento difícil sino que nos da una promesa para toda la vida: "Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida" (Sal.23:6).

El Señor está nuestro lado siempre. Podemos tener esta firme convicción. ¿Cómo? Procede de perseverar en una relación íntima con Dios, de vivir en comunión con Él y Su Palabra, porque así es cómo conocemos Su Persona y Su voluntad.
En este tiempo de incertidumbre y temor podemos tener paz. Podemos descansar en la infinita bondad de Dios que está con nosotros siempre. Esta es nuestra certeza: En Él estamos seguros. En Él podemos vivir confiados.

martes, 8 de septiembre de 2020

Devocional

 ~ Devocional 7|09|20 por Ana Pérez ~




Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Mt.6:6 RV60

Dice la Palabra que Dios habita "en lo secreto". Y Él nos llama a orar en secreto.

¿Pero, qué significa estar en el secreto de Dios? Eso hace referencia a lo personal y a la intimidad. A una búsqueda que es privada y única. El quiere tener una relación con nosotros de manera individual, como Padre e hijo. De esa manera Él se da a conocer de manera específica a quien le busca, podemos hablarle y escuchar su voz.

En el pasaje de Mateo leemos: "entra en tu aposento". Eso marca una diferencia con la oración pública. Dios quiere que lo conozcamos de manera personal para recibir claridad, reconocer cuál es nuestra identidad como hijos. Eso es posible a solas con Dios. Es allí donde Él se revela a cada uno de nosotros por medio de su Espíritu y de su Palabra.

"Ora a tu Padre..." dijo Jesús. Como hijos de Dios, el Señor nos concede el privilegio de poder ir a su presencia en todo momento. No sólo para conocerlo sino también para que muchos lo conozcan. Como Iglesia recordemos esas palabras de Jesús:
"Ora a tu Padre..."
El Padre que todo lo sabe y que todo lo ve, está atento a la oración. El poder ilimitado de Dios puede transformar toda circunstancia cuando su Iglesia ora. Que la misericordia y la gracia del Señor, se manifieste con poder en estos tiempos de crisis, volviendo los corazones hacia Él. Oremos sin cesar, con la certeza de que el Señor responde. Que sea un tiempo de victoria y nuevos comienzos.

domingo, 30 de agosto de 2020

Devocional

~ Devocional 31|08|20 por Ana Pérez ~





"Vosotros sois la luz del mundo" Mateo 5:14a RV60
Jesús dijo que nosotros somos luz. Pero no lo somos por nosotros mismos : Esa luz es Cristo en nosotros. Es su presencia la que nos hace luz para el mundo. Él es la fuente y nosotros somos portadores de su luz. Pero, ¿cómo la manifestamos? 
- Mostrando el mismo carácter del Señor.
- Manifestando una conducta conforme su Palabra. 
- Haciendo obras que glorifiquen su nombre.

De ahí la importancia de permitir que su Espíritu nos transforme y nos moldee para adquirir cada vez más el carácter de Cristo. Nuestros hechos deben mostrar que el Señor vive y vive en nosotros. Él es esa luz que no debe esconderse: todo lo que podamos hacer en nombre del Señor, para bendecir a nuestro prójimo, glorificará a Dios. Como hijos de Dios, vivimos para manifestar su gloria, de modo que quienes todavía no lo conocen, puedan conocerlo. 

Así como la luz del sol da vida a nuestro cuerpo, la luz del Señor da vida a nuestra alma y a nuestro espíritu. Somos llamados a llevar esa vida, a llevar a Jesús. Para ser luz y que nuestra luz permanezca, estemos en constante oración y comunión con el Señor viviendo su Palabra. "...ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz" (Ef.5:8b). 

Andemos como es digno del Señor y ¡que hoy más que nunca la Iglesia del Señor resplandezca en medio de las tinieblas!

miércoles, 12 de agosto de 2020

Devocional

~ Devocional 10|08|20 por Ana Pérez ~




*Sal 73:28, TLA* Pero yo estaré cerca de ti, que es lo que más me gusta.Tú eres mi Dios y mi dueño,en ti encuentro protección; ¡por eso quiero contar todo lo que has hecho! Existen muchas cosas buenas, que podemos disfrutar, que nos satisfacen y dan alegría a nuestra vida. Pero sólo la presencia de Dios puede satisfacer el alma y llenar el corazón. El salmista dice "... yo estaré cerca de ti, que es lo que más me gusta".

El había experimentado que nada en esta tierra podía compararse al estar con Dios. Se entregó por completo al punto de decir. "Tú eres mi Dios y mi dueño". Era tal su gozo que no podía callarlo. Agrega: "¡por eso quiero contar todo lo que has hecho!" 

Que en este tiempo podamos, como el salmista, buscar a Dios de tal manera que podamos, en todos los órdenes de nuestra vida, volver a ponerlo en primer lugar.

El Salmo 34: 8 nos alienta:
"Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él." Dios mismo nos llama a buscarle y a comprobar que no hay nada mejor que vivir en su presencia.

Aunque hay mucho por hacer, el Señor nos llama a estar con Él. A escuchar su voz.

El desafío es a atreverse a dejar todos nuestros proyectos y anhelos en sus manos, para ser transformados una vez más.

Sólo así podremos andar en su perfecta voluntad.

martes, 21 de julio de 2020

Devocional

~ Devocional 21|07|20 por Ana Pérez ~




Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Col.3:14, NVI.

Dios prioriza el amor y le da preeminencia, a tal punto que afirma: "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor". 1 Jn.4:8. No es un tema menor; es muy importante. En el capítulo 3 de Colosenses, Pablo nos recuerda que somos llamados por Dios a vivir una vida diferente. Menciona ciertas cosas que debemos dejar (fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos...) y otras que debemos tomar (misericordia, benignidad, mansedumbre, paciencia...) Y concluye en el versículo 14: "Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto". No dice que Dios lo hará; nosotros debemos hacerlo. Es un mandato, ("vístanse"), una decisión individual, algo que depende de nosotros. Dejar lo que no agrada al Señor y tomar la gracia para vivir como Él quiere que vivamos. 

Cuando dice "vístanse de amor", no se trata del amor humano sino del amor de Dios, que Él ya nos dio. Romanos 5:5: "...el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado". El "vestirse de amor" es, por lo tanto, una decisión. Decidimos permitir que el amor de Dios (que ya nos fue dado), crezca y se manifieste en nosotros. Es ese amor el que nos unifica como Cuerpo y nos da identidad. El amor en nosotros es lo que nos identifica. Dijo Jesús: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". Jn.13:35. 

¡Que el amor de Dios sea nuestro estandarte, siempre! Individualmente y como Iglesia

miércoles, 1 de julio de 2020

Devocional

~ Devocional 30|06|20 por Ana Pérez ~





La palabra de Dios es poder y autoridad. El poder de Dios por medio de ella transforma la vida, la mente, pero sobre todo el corazón. Dice Ezequiel:
"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra".
Ez.36:26-27. 

En nuestra vida diaria podemos comprobar que la Palabra de Dios es viva y eficaz: nos alcanza, nos impacta, nos confronta como un espejo para seguir perfeccionándonos. Una Iglesia cimentada en la Palabra tiene el poder y la autoridad para discernir los tiempos y las situaciones, a fin de cumplir el propósito de Dios. De ahí la necesidad de que cada creyente lea y viva a diario las enseñanzas de la Biblia. Dijo Jesús:
"Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan" (Lc.11:28).

Procuremos enfocarnos cada día en la Palabra de Dios porque ella nos guiará a toda verdad y en tiempos de confusión y prueba nos afirmará en la voluntad de Dios.

martes, 9 de junio de 2020

Devocional

~ Devocional 9|06|20 por Ana Pérez ~


"Por eso, mantengamos una amistad sincera con Dios, teniendo la plena seguridad de que podemos confiar en Él" (He.10:22).

El Señor nos ha dado la gracia, por medio de Cristo, de conocerlo y de ser Sus hijos.  Pero no sólo eso: la Biblia nos habla de que es posible la amistad con Dios. Se dice de Abraham que fue llamado "amigo de Dios". Y Jesús dijo "Vosotros sois mis amigos"(Jn. 15:14 a). ¿Cómo podemos vivir esa amistad con Dios? Primeramente, conociéndolo a través de la oración, de la  Palabra y de la obediencia a ella. Podemos acercarnos al Señor con corazón sincero porque Él nos conoce. Espera que vayamos a Él confiadamente porque es allí que obtenemos la gracia para obedecer su voluntad.

Santifíquemonos, busquemos Su presencia. Que en  esos momentos de comunión, esa amistad con Dios crezca cada día.

Dice el Salmo 73: 28 (TLA): "Pero yo estaré cerca de ti, que es lo que más me gusta. 

Tú eres mi Dios y mi dueño, en ti encuentro protección; ¡por eso quiero contar todo lo que has hecho!" Este es un tiempo especial para la Iglesia, para estar cerca de Dios,  descansar en Su protección y darlo  a conocer. En estos tiempos de incertidumbre y de temor sabemos, con toda seguridad, ¡que en  Él podemos confiar!

miércoles, 20 de mayo de 2020

Palabra para hoy


~ DEVOCIONAL 19|05|20 por Ana Pérez ~



En el principio Dios creó todo con el poder y la autoridad de su palabra. Dios dijo y fue hecho. Ese mismo poder, por medio de la obra de la cruz, crea en nosotros una vida nueva, nacida del Espíritu. Somos hechos hijos, nos es dada autoridad de Dios y una responsabilidad espiritual: leer la Palabra, ponerla por obra, dejar que ella nos transforme, compartirla para que otros conozcan al Señor. Cada día, a pesar de que estemos con dificultades, en la Palabra podemos encontrarnos con ese mismo Señor que creó todas las cosas, y recibir una vez más su gracia transformadora.
Al leer la Palabra de Dios nos encontramos con Dios y podemos acceder a la plenitud que Él prepara para nosotros. ¡Somos bienaventurados!
Que en estos tiempos tan difíciles para la humanidad, la Palabra de Dios sea refugio, esperanza y vida. Que podamos darla a conocer, porque en ella encontrarán al Señor, Creador de todas las cosas, el dador de la vida y de la vida eterna.