viernes, 27 de noviembre de 2020

Devocional

~ Devocional 27|11|20 por María del Carmen Fabbri Rojas ~




Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros podamos consolar a los que están sufriendo, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios (2 Co 1:3-4, RVC).

En esta época difícil y compleja muchas familias están sufriendo pérdidas de seres queridos. 

Y sí, sabemos que cuando parte un cristiano va a estar en un mejor sitio. Que es liberado de sufrimientos y penurias. Que se nos ha adelantado y algún día volveremos a vernos. Que ya está gozoso en la presencia del Señor.

Pero los que quedan “de este lado del cielo”… quedan con el dolor en carne viva. Sintiendo el ardor del filo que produce ese corte. Creyendo de a ratos que no es verdad. Y luego atravesarán un tiempo en que la ausencia les saldrá al encuentro por todas partes…

Amado Señor, te necesitamos tanto. ¿Quién nos conoce como vos? ¿Quién podrá comprendernos como vos, que también viste morir a tu Hijo?

Por favor, abrazá muy fuerte a cada una de esas personas doloridas. Que más que nunca puedan sentir tu presencia y llorar apoyadas en tu pecho. Consolalas, Padre de toda Consolación.

A los que todavía no te conocen, por favor dales una oportunidad grande de salvación. Que tu Espíritu Santo les dé gracia y les abra puerta para un encuentro con Jesús.

Y por favor, también ayudanos a nosotros para que sepamos acompañarlos. Enseñanos a ser sensibles a su aflicción y a sus necesidades. Que podamos reflejarles tu amor de la manera apropiada en cada caso. Que seamos sabios para dar una palabra oportuna, y prudentes para callar cuando eso convenga más que cualquier palabra. Y sobre todo, que sepamos estar junto a ellos cuando haga falta.

Ayudanos, Señor. Te necesitamos tanto.
 

 

jueves, 26 de noviembre de 2020

Devocional

Devocional 26|11|20 por Mini y Lautaro Guerrero 





Luego siguió solo todo el día hasta llegar al desierto. Se sentó bajo un solitario árbol de retama y pidió morirse: “Basta ya, Señor; quítame la vida, porque no soy mejor que mis antepasados que ya murieron”. Entonces se acostó y durmió debajo del árbol. Mientras dormía, un ángel lo tocó y le dijo: “¡Levántate y come!”. Elías miró a su alrededor, y cerca de su cabeza había un poco de pan horneado sobre piedras calientes y un jarro de agua. Así que comió y bebió, y volvió a acostarse. Entonces el ángel del Señor regresó, lo tocó y le dijo: “Levántate y come un poco más, de lo contrario, el viaje que tienes por delante será demasiado para ti” (enfásis en este último versículo)
1 Reyes 19:4‭-‬7

El siguiente pasaje describe un momento de tensión en la vida y ministerio de Elías. Él estaba huyendo de situaciones opresivas, donde estaba en riesgo su propia vida y esto por haber hecho la voluntad de Dios.

Esta escena nos puede resultar muy familiar. Por las diversas circunstancias de la vida nos identificamos con las sensaciones de Elías: nos sentimos débiles, sin ánimo, sin rumbo, con pocas fuerzas. Sin embargo, Dios sigue teniendo buenos planes para nuestras vidas (Jer 29.11), Él nos confirma en Su Palabra que siempre estaría cerca, que no nos abandonaría (Dt 31:6), acompañándonos en cada momento de nuestras vidas.

Él proveyó ayuda en medio de la crisis y la necesidad, Él se hace presente empatizando con el sentir de Elías. Cubre sus necesidades, pero le vuelve a confirmar Su propósito en la vida de Elías: “…el viaje que tienes por delante…”. Él cumplirá Su propósito en nuestras vidas, Él quiere que recuperemos fuerzas y avancemos hacia la meta, hasta alcanzar el fruto de nuestra salvación.

Busquémosle confiadamente, con fe, con la certeza de su cobertura y cuidado en todo tiempo (Heb. 13:6). ¡Gloria a Dios por su amor perfecto y eterno!

Hermanos, queremos con uds recordar las primeras palabras de un himno muy conocido: “Firmes y adelante, huestes de la fe. Sin temor alguno, que Jesús nos ve”

miércoles, 25 de noviembre de 2020

La palabra de los miércoles!

 "Dejate examinar"

por el copastor Walter Elía.




Devocional

Devocional 25|11|20 por Lorena y Martin Aguirre

 

*Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo. Juan 15:14 y 15 NTV*

Había una costumbre que se seguía en las cortes del emperador romano y de los reyes orientales. En ellas había un grupo muy selecto de personas que se llamaban los *amigos del rey*, o los *amigos del emperador.*

Estos amigos tenían acceso al magnate en cualquier momento; hasta se les permitía ir a su dormitorio al amanecer. Hablaba con ellos antes que con sus generales, gobernadores o consejeros políticos. Los amigos del rey eran los que tenían la más estrecha e íntima relación con él.

Jesús nos llama para que seamos Sus amigos y los amigos de Dios. Ese es un ofrecimiento tremendo. Quiere decir que ya no tenemos que mirar a Dios anhelantemente desde lejos. No somos como los esclavos, que no tienen el menor derecho a entrar a la presencia de su amo; ni como las multitudes, que sólo consiguen ver al rey cuando pasa en alguna ocasión especial. Jesús nos ha introducido en esta intimidad con Dios, que ya no es para nosotros un extraño, sino nuestro Amigo íntimo.

Este ofrecimiento nos lleva al segundo punto, si somos amigos de Dios debemos obedecer sus consejos y mandamientos. Es nuestra responsabilidad ser fieles y obedientes a su palabra, para que este mundo pueda ver, a través de nosotros, un Dios que los ama y los busca fervientemente.

¡Te invito a que cada día puedas decidir ser en un amigo del Rey que busca su presencia y obedece su palabra!

Aventureros bíblicos!

 

Devocional

  Devocional 24|11|20 por Valentina y Sebastián Sanabria 




*Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Juan 15:11 (RV60)* 

Jesús decía estas palabras conociendo que en poco tiempo iba a sufrir la crucifixión; pasando por burlas, azotes, insultos, humillación y dolor.

El gozo es un fruto del Espíritu Santo, por lo tanto no depende de la situación que estamos pasando, sino de la relación que tenemos con Dios.

"Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. "Juan 17:13. 

Jesús no intercedió para que Dios nos saque de los problemas o nos dé felicidad, Él oró para que podamos tener el mismo gozo que el Padre le había dado a él; gozo que sólo Dios puede dar.

Que el Espíritu Santo nos guíe a conocer más de Dios cada día, sólo cuando estemos firmes en la Roca, podremos vivir reflejando los frutos que Él da.

Dios los bendiga!

lunes, 23 de noviembre de 2020

Devocional


~ Devocional 23|11|20 por Natalia y Juan Juárez ~




Seguí el enlace a esta alabanza de Evan Craft:

"Los que CONOCEN tu nombre CONFÍAN en ti, porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan" Salmos 9:10 NTV

Confiamos en los hombres.

Confiamos en los médicos.

Confiamos en los maestros o profesores

Confiamos en la policía.

Confiamos en los abogados.

Confiamos en los jueces.

Confiamos en nuestra familia.

Confiamos en nuestros amigos y confiamos en nosotros mismos.

Aún sabiendo que cualquiera de ellos puede fallar y también nosotros.

Entonces, por qué muchas veces no confiamos, o nos cuesta confiar en Jesús, sabiendo que Él no ha fallado, no falla, ni jamás fallará???

Su Palabra en este pasaje nos dice que sólo los que lo conocen, confían en Él, y es a través de la Palabra, tiempo en intimidad con Él y la intervención del Espíritu Santo, que vamos a tener una revelación clara y firme de quién es, y de cuán seguro y cuánta paz nos dará el confiar en Él. 

Ni lo dudes, sólo confía!!

2 Samuel 22:2-3

Conoce a Dios en todo su esplendor, su persona y su belleza son incomparables!!

Los bendecimos!!

domingo, 22 de noviembre de 2020