miércoles, 25 de noviembre de 2020

Devocional

Devocional 25|11|20 por Lorena y Martin Aguirre

 

*Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo. Juan 15:14 y 15 NTV*

Había una costumbre que se seguía en las cortes del emperador romano y de los reyes orientales. En ellas había un grupo muy selecto de personas que se llamaban los *amigos del rey*, o los *amigos del emperador.*

Estos amigos tenían acceso al magnate en cualquier momento; hasta se les permitía ir a su dormitorio al amanecer. Hablaba con ellos antes que con sus generales, gobernadores o consejeros políticos. Los amigos del rey eran los que tenían la más estrecha e íntima relación con él.

Jesús nos llama para que seamos Sus amigos y los amigos de Dios. Ese es un ofrecimiento tremendo. Quiere decir que ya no tenemos que mirar a Dios anhelantemente desde lejos. No somos como los esclavos, que no tienen el menor derecho a entrar a la presencia de su amo; ni como las multitudes, que sólo consiguen ver al rey cuando pasa en alguna ocasión especial. Jesús nos ha introducido en esta intimidad con Dios, que ya no es para nosotros un extraño, sino nuestro Amigo íntimo.

Este ofrecimiento nos lleva al segundo punto, si somos amigos de Dios debemos obedecer sus consejos y mandamientos. Es nuestra responsabilidad ser fieles y obedientes a su palabra, para que este mundo pueda ver, a través de nosotros, un Dios que los ama y los busca fervientemente.

¡Te invito a que cada día puedas decidir ser en un amigo del Rey que busca su presencia y obedece su palabra!

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