martes, 21 de julio de 2020

Devocional

~ Devocional 21|07|20 por Ana Pérez ~




Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Col.3:14, NVI.

Dios prioriza el amor y le da preeminencia, a tal punto que afirma: "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor". 1 Jn.4:8. No es un tema menor; es muy importante. En el capítulo 3 de Colosenses, Pablo nos recuerda que somos llamados por Dios a vivir una vida diferente. Menciona ciertas cosas que debemos dejar (fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos...) y otras que debemos tomar (misericordia, benignidad, mansedumbre, paciencia...) Y concluye en el versículo 14: "Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto". No dice que Dios lo hará; nosotros debemos hacerlo. Es un mandato, ("vístanse"), una decisión individual, algo que depende de nosotros. Dejar lo que no agrada al Señor y tomar la gracia para vivir como Él quiere que vivamos. 

Cuando dice "vístanse de amor", no se trata del amor humano sino del amor de Dios, que Él ya nos dio. Romanos 5:5: "...el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado". El "vestirse de amor" es, por lo tanto, una decisión. Decidimos permitir que el amor de Dios (que ya nos fue dado), crezca y se manifieste en nosotros. Es ese amor el que nos unifica como Cuerpo y nos da identidad. El amor en nosotros es lo que nos identifica. Dijo Jesús: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". Jn.13:35. 

¡Que el amor de Dios sea nuestro estandarte, siempre! Individualmente y como Iglesia

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