miércoles, 17 de junio de 2020

Devocional

~ Devocional 17|06|20 por Bettina López ~


No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el Dios nuestro.
1 Samuel 2:2 RVR 1960

Ana llevó su carga al Señor; se la entregó, y ya no estuvo mas triste (vs 18). Reconoció a Dios como único refugio, auxilio y fortaleza. Cumplió luego su difícil voto y agradeció a Dios de corazón. 

En estos días de tanta necesidad, en que nuestra vida está como detenida, debemos guardarnos de manera muy especial y también cuidar y orar por otros, además de procurar nuestro sustento físico y espiritual. 

Muchos aún no conocen a Dios, pero empiezan a valorar la vida de una manera nueva y a buscar algo mas allá de lo tangible y perecedero; es una oportunidad de oro para clamar al Espíritu Santo por salvación. 

Sólo nos queda aferrarnos más aún a nuestro fiel y poderoso Dios y dar testimonio de Él. Sabemos que Jesús siempre nos llevará a lugar seguro -lo cual no significa que estemos exentos de dificultades- sino que nos tomará de la mano y no nos soltará. No hay nada que pueda separarnos del amor de Dios, nos dice Romanos 8:39. Sólo nosotros mismos podriamos soltarnos de su mano y darle la espalda. Usemos este tiempo de aislamiento para buscarlo con mas ahínco que nunca, para buscar su voluntad y ponerla por obra con corazón agradecido. 

Busquémoslo en lo secreto, peguemos nuestro oído a su corazón y Él tratará íntimamente con cada uno según la necesidad y según su propósito. Recordemos que como dice 1 Juan 4:19, lo amamos porque Él nos amó primero. Corramos a los brazos de Papá.

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