lunes, 29 de junio de 2020

Devocional

~ Devocional 29|06|20 por Adriana y Mario Urquiza ~




*Romanos.5:3-4* Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;


La esperanza

Hoy en día las personas están buscando una esperanza y un futuro y la falta de esperanza ha conducido a muchos al vicio de las drogas, y a otros recursos que les conduce a caminos sin salidas, es decir, a situaciones sin soluciones. ¿Por qué? Porque, el hombre ha perdido su esperanza y su futuro, por buscar en lugares que no agradan a Dios. Pero tenemos que saber que como creyentes tenemos una esperanza, tenemos un futuro, porque "A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien" y es maravillosa esta esperanza que tenemos los creyentes.

Quizás en estos tiempos has entrado en crisis y has perdido la esperanza y tu futuro, por ejemplo: quizás has perdido el trabajo por cierre de fabrica y esto te trajo la consecuencia de tener problemas matrimoniales. Sí, estamos viviendo tiempos de incertidumbre, tiempos difíciles donde aún se complica más si uno se enferma y toda estas dificultades hacen que pierdas la esperanza. En este callejón sin salida no ves un futuro que te de esperanza para seguir adelante.

La única solución es levantar nuestros ojos al cielo y clamar al Señor, ahí esta la victoria, gracias a Él tenemos el triunfo en medio de las dificultades. En los versículos 3 y 4, encontramos 3 palabras que están asociadas con las dificultades: una es la alegría con que nos gloriamos, otra es la esperanza y la tercera es la paciencia.
Estas 3 cosas hacen que tengamos un futuro a seguir, con el resultado de esta experiencia, para el cristiano es una manifestación visible en su vida, y esto es lo que la Biblia llama el fruto del Espíritu Santo. Las dificultades no deben debilitar la fe del cristiano, sino fortificarla.
El resultado final es la esperanza, lo cual significa un optimismo sobreabundante en cuanto a la vida.
En realidad, los problemas y las dificultades producen estos frutos de alegría, esperanza y paciencia en nuestras vidas.

Quizás estés atravesando esta situación, quizas te sentis identificado, quizás estas atravesando momentos de angustia y sin esperanza. Todo parece derrumbarse a tu alrededor. Pero aquellos que se acercan a Jesús, Él tiene poder para cambiar tus circunstancias más adversas. Solamente debes clamar al Señor. El clamor es una oración que brota de tus entrañas, que diriges a Dios sabiendo que Él es tu única salida, tu única esperanza.

Dios transformará tu peor año en el mejor año de tu vida. Solamente ve, búscalo.
Ahí está tu esperanza y tu futuro.

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