jueves, 3 de diciembre de 2020

Devocional

Devocional 2|12|10 por María del Carmen Fabbri Rojas




Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista (Marcos 10:51 RV1960).

Marcos 10:46-52 narra la historia de Bartimeo, el ciego que clama a Jesús. Y la pregunta del Señor, que parece desconcertante ante una necesidad tan evidente: “¿Qué quieres que te haga?”

Quizás, implícitamente, la pregunta decía: “Bartimeo, hace tanto que estás ciego. Eso te llevó a mendigar. La gente ve tu ceguera, se compadece y te da unas monedas. Es poco y malo, pero así estás habituado a vivir y a sustentarte. Todo eso va a cambiar cuando veas. Sanarte es gratis, Bartimeo, pero lo que sigue te va a costar todo. ¿Estás dispuesto a hacerte cargo de un cambio de vida radical? ¿O después querrás ser un mendigo que vea… y se lamente de que ya no lo ayuden?”

Por eso Bartimeo tuvo que decir “quiero ver”. Porque nuestras decisiones tienen consecuencias, y deberemos asumirlas.

Por la misma razón, para poder tener una nueva vida espiritual se nos pregunta: “¿Querés recibir a Jesús como tu Salvador y tu Señor?” ¿Que el que murió en tu lugar, para que vivas, desde ahora mande en tu vida?

Porque ser salvo es gratis, pero seguir a Jesús nos va a costar todo cuanto somos y tenemos. Toda nuestra vida deberá cambiar. Nuestra escala de valores, y en consecuencia nuestras prioridades tendrán que cambiar para alinearse con sus propósitos.

Por eso el Dios que ya todo lo sabe nos pregunta: “¿Querés?”
Para que NOSOTROS lo sepamos.

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