domingo, 6 de diciembre de 2020

Devocional

~ Devocional 5|12|20 por María Pérez ~





Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 2 Co.3:18, RVR1960.

Nuestro Dios transforma vidas para siempre. El creer en Jesucristo es sólo el comienzo de un proceso glorioso. Sólo Dios puede hacernos "nuevas personas", hijos de Dios, con un nuevo corazón y un nuevo rumbo.

Esa transformación profunda y espiritual, que es distintivo del cristiano, también es parte de nuestro legado. Es una transformación que "no se hereda", pero lo que sí podemos transmitir es la Palabra que es poder de Dios, que imparte el anhelo de ser más como Cristo, de vivir para Él, y nos da autoridad para hacerlo. 

Sigamos proclamando que Dios es Amor que salva y que transforma. ¡Él sigue haciendo un milagro eterno en los corazones hoy!

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