~ Devocional 27|08|20 por Dámaris y Andrés Elía ~
*Romanos 11:33-36 NTV*
A lo largo de la historia, podemos ver 2 de muchas otras características de Dios. Su Omnipotencia y su Omnisciencia.
Omnisciencia: que conoce y sabe todas las cosas, conocimiento ilimitado de Dios (1 Juan 3:20 / Heb. 4:13 /
Salmos 44:21).
Omnipotencia: que tiene poder absoluto, lo puede hacer todo (Lucas 1:37 / Jeremías 32:27).
Él conoce nuestros pensamientos, actitudes, nuestros propósitos, conoce todo lo que somos (omnisciencia).
Y conoce también lo que es mejor para cada uno de nosotros, lo que nos conviene, y lo que planeo para nosotros, en eso Él ejecuta su omnipotencia.
El versículo 33 dice “Es imposible para nosotros entender sus decisiones”. Nuestra limitación nos impide ver y aceptar muchas veces sus propósitos y voluntad. Nos genera miedo, incertidumbre, hasta duda no poder tener el control sobre nuestras vidas y nuestro entorno.
Pero (ver. 34) dice “Quien puede conocer los pensamientos del Señor” ¿Acaso nosotros podemos aconsejarlo o decirle que hacer? Si Dios sabe todas las cosas (Isaías 40:28b).
¿Por qué quisiéramos tener el control de nuestras vidas?
Cuando aceptamos a Cristo como Salvador, nos entregamos a Él, y Él nos reconcilia con Dios por medio de la cruz. Y ya no vivo yo, si no que Cristo en mí.
El anhelo de mi corazón entonces es escucharlo y llevar adelante todo lo que el planeo de antemano (Efesios 2:10).
Entonces será tiempo de entender y aceptar que “todas las cosas provienen de Él y existen por su poder”, y lo más importante “¡Son para su gloria!”
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