lunes, 14 de septiembre de 2020

Devocional

~ Devocional 15|09|20 por Mini y Lautaro Guerrero ~



En el Antiguo Testamento podes leer cuando Jerusalén es destruida y en sus habitantes reinaba la tristeza, desesperanza y miedo ya que les esperaba un futuro incierto en manos de los babilonios. Este era el panorama que enfrentaban los habitantes de Jerusalén en el año 586 a.C.; muchos serían llevados como esclavos y sus posesiones ya no les pertenecerían, incluyendo los tesoros de su Templo.

Toda esta tragedia sucedió como resultado del juicio de Dios a la nación de Israel, un pueblo que no se arrepintió de sus malos caminos. De este relato podemos aprender sobre cómo después de cometer errores y desviarse del buen camino, se pudieron acercar nuevamente a nuestro Señor.

En el libro de Lamentaciones encontramos esperanza, tanto para Israel como para nosotros, leamos el capítulo 3:21: _“Esto haré volver a mi corazón, por lo cual tendré esperanza”._ Podemos aferrarnos a la esperanza debido al carácter de Dios, en quien encontramos rasgos de bondad y misericordia (Lam.3:22, 25), fidelidad (Lam.3:23), y salvación (Lam.3:25).

Así como la tristeza invadió a este pueblo en el exilio, en estos tiempos de incertidumbres y dudas podemos ser restaurados, Él nos espera y recibe con amor para recordarnos que _“…sus misericordias, nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”_ (Lam.3:22-23).

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