~ Devocional 31|07|20 por Yamil Cabrera ~
*2 Sam 6:11* El arca del SEÑOR permaneció en la casa de Obed-edom por tres meses, y el SEÑOR bendijo a Obed-edom y a los de su casa.
Y así como le sucedió a Obed-Edom, un día la presencia de Dios golpeó las puertas de nuestra casa. Es interesante poder hacer este paralelismo, el arca del pacto, símbolo de la presencia de Dios, de Cristo mismo hoy, después de un grave error en su transporte David decide que el arca quede en casa de este tal Obed-Edom. Ahora este hombre se encuentra en creo uno de los desafíos más grandes de su vida.
Qué gran oportunidad Dios nos está dando, ¿estamos entendiendo esto? Solo tres meses de su presencia bastaron para transformar todo el entorno de Obed-Edom. Si queremos ver ambientes, familias y vidas transformadas, debemos empezar por honrar Su presencia por encima de todas las cosas. Donde hay honra hay milagros, donde Dios está en primer lugar ABSOLUTO hay abundancia de todo lo que Él es.
Una realidad de Dios palpable se experimenta cuando Él tiene la preminencia en TODAS las cosas. Obed-Edom entendió el tiempo y la ocasión (Ecles 9:11), honró Su presencia y Dios lo bendijo de una manera extraordinaria.
Ap 3:20 ¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos. Obed-Edom entendió su oportunidad, ahora nos toca a nosotros. Cenemos con ÉL, comamos el pan verdadero, ese que nos sacia por completo, Cristo mismo; así cuando la noche termine y el nuevo día venga saldremos saciados a llevar este pan a otros hambrientos.